El aumento de la delincuencia en España y la necesidad de una reforma policial integral se han vuelto temas candentes, tal como lo resalta Samuel Vázquez, presidente de la asociación «Una Policía para el Siglo XXI», en su entrevista con Andrés Lasaga. Vázquez aboga por una actualización de las políticas de seguridad en España, argumentando que los modelos heredados de los años ochenta son inadecuados para enfrentar las realidades delictivas actuales.
Recientes estadísticas revelan un preocupante aumento en la criminalidad en España durante el primer trimestre de 2023. Se ha registrado un aumento general del 7,2% en las infracciones penales, con un incremento significativo en homicidios consumados (13,5%), secuestros (161,5%), y delitos contra la libertad sexual (16,9%). Además, se observa un alza en los delitos relacionados con el tráfico de drogas (8,5%) y un notable incremento del 13,7% en las estafas informáticas, subrayando la creciente preocupación por la cibercriminalidad. Estas cifras muestran un incremento generalizado en la criminalidad en varias regiones de España, destacando particularmente en Murcia, La Rioja, Comunidad Valenciana y Cataluña.
Vázquez critica la falta de autoridad y preparación de los dirigentes políticos españoles con responsabilidades en seguridad o en cuerpos de policía del estado para enfrentar de manera efectiva a la delincuencia organizada y peligrosa, que ha evolucionado considerablemente. Además, señala que la estructura jerárquica de la policía está demasiado influenciada por la política, lo que resulta en una defensa de intereses partidarios en lugar de una verdadera lucha contra la delincuencia.
Sobre la inmigración, Vázquez recalca que el problema no radica en la inmigración per se, sino en los procesos mal gestionados y la falta de integración. Identifica factores clave como los procesos de inmigración, la mala integración y la profesionalización de la delincuencia. Su principal preocupación es el impacto en la seguridad causado por la inmigración descontrolada y las fronteras permeables.
Para abordar estos desafíos, Vázquez propone una reforma estructural que incluye la fusión de la Policía Nacional y la Guardia Civil en una única agencia bajo el Ministerio del Interior y controlada por jueces. Esta reforma busca mejorar la eficiencia y eliminar las barreras políticas que actualmente afectan el funcionamiento de la policía. Además, critica la disparidad salarial entre los cuerpos policiales y la influencia de la política en las decisiones de seguridad.
La entrevista concluye destacando la urgente necesidad de una estrategia de seguridad más coherente y efectiva, enfocada en la lucha contra la delincuencia y no en intereses políticos, y una gestión más eficiente y equitativa de los recursos y personal en el ámbito de la seguridad pública.