Andrés Lasaga
Según las estimaciones publicadas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) el pasado 3 de mayo, las Illes Balears es la comunidad que está más lejos de recuperar el nivel de PIB que tenía en el cuarto trimestre de 2019, antes de que la pandemia de la Covid lo paralizara todo durante unos meses. En concreto, nuestras islas se sitúan un 3,1% por debajo del PIB prepandemia, la mayor brecha negativa de las CCAA que todavía no han recuperado el PIB de 2019. Cataluña es la siguiente comunidad con mayor brecha (-1,7%) y, acto seguido, se encuentran Asturias (-1,1%), Canarias (-1%) y Aragón (-0,3%). También el País Vasco (PNV) está cinco décimas por debajo. Casualidad o causalidad, en todas gobierna el PSOE, salvo en Cataluña y el País Vasco, donde gobiernan los socios de Pedro Sánchez.
Y si atendemos a las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) realizadas el pasado mes de marzo, ni siquiera otra temporada turística de récord como la que se prevé en nuestra comunidad permitirá a las Illes Balears cerrar la brecha y acabar el año con el PIB de 2019.
Durante la pandemia y en los meses posteriores, el aparato propagandístico del Govern Armengol nos machacó con eslóganes del tipo ‘Saldremos más fuertes’, pero una vez, el dato mata el relato. Ni hemos salido más fuertes, ni hemos salido mejor, entre otros motivos porque nada se ha hecho durante estos últimos años para diversificar la economía de nuestras islas, incentivar nuevos sectores productivos, mejorar la productividad de nuestras empresas o apostar por una formación cualificada, que responda a las demandas de los sectores productivos con mayores perspectivas de crecimiento y que más empleo demandan.
Por eso, resulta cuando menos irónico que el Govern más turismofóbico de la historia de esta comunidad -así se han manifestado y han actuado abiertamente los dos socios de Armengol, Més y Podemos, durante los últimos ocho años- abrace el turismo como único motor productivo, celebre que se batan récords de turistas y haya aceptado todas las peticiones de los grandes hoteleros, los únicos que sí se han recuperado de la pandemia.