El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha pronunciado declaraciones reveladoras que arrojan luz sobre un persistente desafío: la producción de hidrógeno en la planta de Lloseta. En una conferencia de prensa realizada en las instalaciones de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), Martínez dejó entrever un desconcertante desconocimiento por parte del gobierno anterior sobre la crítica avería que ha afectado la producción de hidrógeno en Lloseta. Su aseveración de no haber encontrado documentación al respecto sobre su escritorio subraya la magnitud del problema.
En palabras contundentes, Martínez desmintió rotundamente las afirmaciones del ex teniente de alcalde de Movilidad Sostenible, Xisco Dalmau, quien había asegurado que el gobierno saliente había comunicado la avería en la planta de hidrógeno. Martínez no solo rechazó esta afirmación, sino que también subrayó la necesidad de investigar exhaustivamente la situación antes de poder ser transparentes con la opinión pública.
El alcalde lamentó la aparente desinformación y afirmó que esta situación había resultado en pérdidas financieras notables para la ciudad. Se estima que los autobuses de hidrógeno, que no pueden operar debido a la falta de combustible, han llevado a una merma económica mensual significativa de aproximadamente 30,000 euros.
En cuanto a la posibilidad de importar hidrógeno desde una planta en Barcelona, Martínez compartió su análisis experto. Señaló que esta alternativa, aunque viable en teoría, se ve limitada por cuestiones de seguridad y eficiencia. La importación conlleva la carga de hidrógeno a una presión inferior a la requerida, lo que reduce la autonomía de los autobuses y plantea cuestiones operativas.
Martínez también puso de manifiesto el panorama complejo que su administración heredó en la EMT. Más de 80 autobuses averiados diariamente, una cifra que ha disminuido a unos 60 gracias a los esfuerzos de su equipo. La rehabilitación de la flota y la implementación de infraestructura para carga eléctrica son pasos clave en la recuperación de la EMT.
Ante esta coyuntura, Martínez subrayó la necesidad de una gestión estratégica y planificada para prevenir futuros obstáculos similares. Si bien reconoció que las soluciones para cargar los autobuses de hidrógeno son aún inciertas, Martínez reiteró su compromiso de trabajar para buscar alternativas viables y mantener el enfoque hacia una movilidad sostenible en Palma.