El Partido Popular (PP) de las Islas Baleares ha expresado su rechazo contundente a la ley de vivienda propuesta por el presidente Pedro Sánchez. En declaraciones del portavoz de campaña del PP balear, Sebastià Sagreras, se denuncia que esta medida «ataca a los pequeños propietarios y no servirá para bajar los precios de los alquileres». La crítica se centra en la percepción de que la normativa señala a los propietarios como responsables del problema del acceso a la vivienda, en lugar de considerarlos aliados en la búsqueda de soluciones.
El portavoz de campaña del PP Balear, Sebastià Sagreras, subraya que el camino hacia la reducción de los precios de alquiler no radica en aumentar el intervencionismo estatal, sino en brindar incentivos y seguridad a los propietarios para que ofrezcan más viviendas en alquiler. Esto, según Sagreras, facilitaría una mayor oferta en el mercado, contribuyendo así a una disminución natural de los precios. Hace hincapié en que medidas similares, como el tope a los alquileres en Cataluña, han demostrado ser contraproducentes al reducir la oferta y aumentar los precios de las propiedades más asequibles.
En este sentido, el PP propone alternativas que buscan incentivar tanto a propietarios como a inquilinos. Entre ellas destaca la idea de un programa de «Alquiler Seguro» que involucre al Gobierno en la intermediación entre propietarios de viviendas vacías y personas en busca de alquiler, garantizando cobros y condiciones adecuadas. Además, se propone ampliar las deducciones para arrendatarios de viviendas y establecer un Programa «Build to Rent», que involucre al sector privado en la promoción de viviendas de alquiler a precio tasado con suelo público cedido.
Esta postura del PP balear se produce en respuesta al acuerdo alcanzado entre el PSOE, Bildu y ERC para la aprobación de la ley de vivienda, un tema que sigue siendo un foco de discusión y debate en la sociedad española. Para el PP, la clave para resolver el problema de los precios de alquiler reside en fomentar la colaboración y enfoques pragmáticos que beneficien tanto a propietarios como a inquilinos, sin afectar negativamente la oferta y demanda del mercado de viviendas.