Protección urbanistica A1 para el convento de Santa Magdalena en Palma
En un esfuerzo por combatir el aumento de pintadas vandálicas en la ciudad, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha anunciado cambios significativos en la ordenanza cívica del municipio. La modificación incluirá un incremento sustancial en las multas impuestas a aquellos responsables de realizar graffitis en lugares públicos y privados. Según las declaraciones del alcalde, las sanciones actuales, que ascienden a 300 euros, se elevarán de manera drástica hasta alcanzar un máximo de 3.000 euros.
El alcalde Martínez compartió esta medida en una rueda de prensa llevada a cabo el viernes, mientras visitaba el Convento de Santa Magdalena, donde recientemente se llevaron a cabo labores de limpieza para eliminar graffitis que habían sido pintados en las paredes del edificio. Además de las sanciones económicas más severas, el alcalde también reveló planes para implementar nuevas medidas de vigilancia y prevención en colaboración con la Policía Local y Emaya.
Martínez explicó: «En casos de pintadas vandálicas en los que podamos identificar al autor, se aplicará la sanción máxima de 3.000 euros. Para reforzar estas acciones, el presupuesto del próximo año contemplará la instalación de cámaras de seguridad y drones, permitiendo una mayor supervisión de las áreas propensas a estas actividades».
El aumento en las sanciones no se limitará solo al aspecto financiero. Martínez aclaró que las multas por pintadas vandálicas ahora se considerarán «muy graves», lo que permitirá la aplicación de la sanción máxima de 3.000 euros. Esta medida refleja el compromiso del Ayuntamiento para preservar el patrimonio histórico de la ciudad y mantener los estándares de limpieza y estética en los espacios públicos.
El alcalde también advirtió sobre las consecuencias legales para los responsables de graffitis en propiedades catalogadas, afirmando que se tomarán acciones legales en caso de daños a bienes patrimoniales. En el caso de que los autores sean menores de edad, sus padres serán responsables de sus acciones.
Además, Martínez destacó la importancia de la colaboración entre el sector privado y el Ayuntamiento para abordar el problema. Subrayó que la iniciativa privada desempeñará un papel crucial en la restauración y prevención de pintadas vandálicas en la ciudad, complementando los esfuerzos del Ayuntamiento y garantizando la preservación de los valores culturales y estéticos de Palma.
En este sentido, el alcalde también anunció que Emaya tomará la iniciativa al ponerse en contacto con los propietarios de propiedades afectadas por graffitis vandálicos, en lugar de esperar a que los dueños soliciten intervención.
Con estas medidas, el Ayuntamiento de Palma busca enviar un mensaje claro de que las pintadas vandálicas no serán toleradas y se tomarán medidas firmes para preservar la belleza y el patrimonio de la ciudad.