En una entrevista concedida al programa de televisión «tot4», dirigido por Cristina Roig, la Consellera de Vivienda, Territorio y Movilidad de las Islas Baleares abordó los desafíos y soluciones en el ámbito de la vivienda en la región.
Las Islas Baleares enfrentan un desafío inmenso en este ámbito. Con un déficit de 47 mil viviendas, que representa el 7% del parque inmobiliario, la demanda se ve impulsada tanto por el interés en segundas residencias como por la necesidad de los residentes locales. Esta situación ha llevado a la consellera a tomar medidas urgentes y estratégicas para abordar el problema.
Recientemente, se ha aprobado un decreto de emergencia habitacional que busca poner a disposición vivienda tasada exclusivamente para los residentes de las islas. Esta medida, que no implica un consumo adicional de territorio, facilitará al sector privado las herramientas necesarias para intervenir en la crisis, sin representar un gasto para la administración.
La normativa urbanística actual es compleja y ha generado disfunciones que requieren atención. El anterior gobierno no logró poner suficiente vivienda a disposición, y la que se ofreció resultó ser costosa. Ante esto, la consellera ha expresado su compromiso de analizar el patrimonio actual de viviendas de protección y considerar su ampliación si es necesario. Sin embargo, es importante destacar que la mayor demanda se encuentra en el mercado de vivienda libre, dirigido a la clase media, que representa la principal necesidad de la población.
Para abordar este desafío de manera efectiva, es esencial contar con datos precisos y actualizados. Por ello, se creará el Observatorio de la Vivienda de la Comunidad de las Islas Baleares, que proporcionará información continua y fiable para diseñar un plan de vivienda integral.
La consellera, proveniente del sector privado, ha defendido la importancia de este sector en la solución habitacional. Contrario al discurso de «llenar todo de cemento», ha enfatizado que no es la intención del gobierno ni lo permite la normativa. En cambio, busca una comunidad autónoma que valore y colabore con el sector privado, reconociendo su capacidad para generar riqueza y ofrecer soluciones habitacionales accesibles.
La política de «crecimiento cero» del anterior gobierno, que limitaba la construcción de nuevas viviendas, ha sido cuestionada. Aunque el nuevo gobierno aún no ha tomado una decisión definitiva al respecto, la consellera ha expresado que el enfoque será el de un desarrollo sostenible, reconociendo las limitaciones del territorio insular.
Finalmente, la consellera ha reiterado su compromiso con la presidenta Margalida Prohens y con los ciudadanos de las Islas Baleares. Su visión para 2027 es la de unas islas más ordenadas, con políticas que aborden de manera efectiva los retos en movilidad y vivienda. Con planificación y colaboración, se espera que las dificultades actuales sean superadas, beneficiando a todos los residentes de la comunidad.