En el ámbito del retail y la distribución, pocos actores han demostrado tanta determinación en materia de sostenibilidad como Lidl. La firma alemana no solo busca ser reconocida por sus ofertas y productos de calidad, sino también por ser líder en iniciativas sostenibles.
Haciendo un enfoque en las Islas Baleares, esta compañía ya ha instalado aproximadamente 19.000 m² de placas solares en las azoteas de sus tiendas. Esta cifra es sorprendente si se considera que, en los últimos cinco años, la empresa ha casi sextuplicado la superficie ocupada por estas placas, pasando de poco más de 3.300 m² en 2018.
No solo eso, sino que el 80% de las tiendas de Lidl en la región ya aprovechan la energía solar para reducir entre un 20 y 30% el consumo energético tradicional. El establecimiento de Sa Pobla fue un precursor en este movimiento en 2017, y el más reciente ha sido el de Sant Antoni en Ibiza en este año.
Más allá de la energía, Lidl ha explorado otras formas de promover la sostenibilidad. Por ejemplo, en 2022, la tienda en Felanitx incorporó una lona especial de 60 m² que purifica el aire, equivalente al beneficio de plantar 60 árboles. Esta innovación se suma a su compromiso con la gestión responsable de residuos, siendo la primera cadena en España en recibir el certificado «Residuo Cero» por AENOR en sus plataformas logísticas.
Finalmente, la cadena se ha distinguido por su lucha contra el plástico. Lidl fue pionero en eliminar las bolsas de plástico para la compra en 2018 y, más tarde, en introducir bolsas compostables y reutilizables en la sección de frutas y verduras. Estas iniciativas fueron primero probadas en Baleares antes de expandirse al resto del país.
Lidl no solo está comprometida con ofrecer precios bajos y productos de alta calidad, sino también en construir un futuro más sostenible. En las Islas Baleares, y en toda España, la cadena sigue demostrando que es posible combinar negocio y sostenibilidad de manera exitosa.