El adolescente Pau Cifre, con tan solo 16 años de edad, logró una hazaña impresionante al trepar el icónico «Pi de Sant Antoni» en Pollença, a pesar de la regla no escrita de que nadie menor de edad debería intentar coronar la copa del pino de 20 metros de altura. Lo que llama la atención es que nadie en la multitud o las autoridades locales impidió su peligrosa escalada.
Cifre, quien también es campeón de judo en las Islas Baleares, alcanzó la cima del árbol a las 20:30 horas del miércoles pasado, desafiando abiertamente las recomendaciones del Ayuntamiento local que instaba a los menores de edad a no participar en esta tradicional festividad.
La festividad de Sant Antoni comenzó el 10 de enero con el corte del primer pino en la finca de Ternelles, ubicada en el municipio de Pollença. Sin embargo, durante los trabajos preparatorios, una parte del ramaje se rompió, lo que llevó a los organizadores a seleccionar un segundo pino. El árbol original, que medía 20,5 metros y pesaba una tonelada, tuvo que ser reducido a medio metro para facilitar su traslado a la Plaza Vella de Pollença.
A pesar de que las autoridades locales advertían contra la participación de menores de edad en esta peligrosa tradición, nadie pareció tomar medidas para evitar que Pau Cifre escalara el árbol. La multitud, en su mayoría emocionada, observaba y aplaudía mientras el joven alcanzaba la cima.
El miércoles pasado, alrededor de las 19:00 horas, el pino fue finalmente colocado en su ubicación final en la plaza, donde la falta de restricciones llamó la atención. A las 19:50 horas, los participantes plantaron y aseguraron el pino, y quince minutos después, se dio luz verde para que comenzara la ascensión, sin importar la edad de los participantes.
Aunque Tomeu de Ca’n Moixet fue el primero en intentar la escalada y quedó atrapado en las cuerdas de seguridad, Pau Cifre logró completar la hazaña en menos de una hora. Esta falta de regulación y restricción de la participación de menores en un evento peligroso como este plantea interrogantes sobre la seguridad y la responsabilidad en la celebración de la festividad de Sant Antoni en Pollença.