La delegación mallorquina, recibida por el Papa Francisco está encabezada por representantes del Consell de Mallorca, el Ayuntamiento de Palma y el Ayuntamiento de Valldemossa, se encuentra actualmente en Roma y el Vaticano para reivindicar la figura de la religiosa mallorquina Santa Catalina Tomàs, quien falleció hace 450 años. Gabriel Carrió, historiador del Arte e investigador de Santa Catalina Tomàs, forma parte de esta delegación y defiende la importancia del «mito tomasià» como un elemento esencial del patrimonio colectivo de Mallorca.
En una conferencia impartida en el Instituto Cervantes, Carrió destacó que el legado de Santa Catalina Tomàs constituye una contribución original a la historia del cristianismo y a la cultura en general. Además, subrayó la necesidad de realizar una restauración global de su figura. Santa Catalina Tomàs es la única monja mallorquina santificada, habiendo sido beatificada en 1792 por Pío VI y canonizada por Pío XI en 1930.
El evento contó con la presencia del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, y el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, el alcalde de Palma Jaime Martínez, el alcalde de Valldemossa Nadal Torres además de otras personas. La iniciativa busca resaltar la relevancia histórica y cultural de Santa Catalina Tomàs y promover su reconocimiento tanto a nivel local como internacional.