Advierte sobre la necesidad de un duro ajuste presupuestario que supera los 46.000 millones de euros en cinco años
En su más reciente informe sobre España, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado una crítica velada a la capacidad del Gobierno para gestionar las reformas económicas esenciales y la consolidación fiscal, en un contexto de inestabilidad política. El organismo internacional estima necesaria la implementación de un ajuste presupuestario de tres puntos porcentuales del PIB, equivalente a más de 46.000 millones de euros hasta 2028, empezando con un esfuerzo fiscal de 9.200 millones ya en 2024.
La lista de reformas sugeridas por el FMI no solo es extensa sino también polémica, incluyendo medidas como la extensión del cálculo de las pensiones a toda la vida laboral y la reducción del coste del despido. También propone frenar el aumento del salario mínimo interprofesional y eliminar las exenciones del IVA.
El FMI Pone en Duda la Capacidad de España para Implementar Necesarias Reformas Estructurales
El FMI manifiesta preocupación por la «prolongación de la fragmentación política interna» que podría obstaculizar la implementación de estas reformas estructurales necesarias. La advertencia llega en un momento en que la confianza empresarial y la inversión podrían verse aún más afectadas si las condiciones financieras se endurecen.
A pesar de reconocer los esfuerzos temporales del Gobierno en gravar a la banca y las energéticas, el FMI señala que serán necesarias medidas más estructurales para mantener el ritmo de consolidación fiscal. Estas medidas incluyen controversias reformas en pensiones y mercado laboral, que el FMI sugiere deberían enfocarse en reducir la cuantía de las pensiones y aumentar la edad efectiva de jubilación.
El informe también cuestiona la eficacia de los topes al alquiler en Cataluña, advirtiendo que podrían limitar el acceso a la vivienda para los grupos más desfavorecidos, contradiciendo los objetivos de la propia ley.
La actitud del Gobierno frente a estas recomendaciones será crucial, no solo para la economía española sino para la percepción de la capacidad de España de manejar sus desafíos económicos en el futuro. Sin embargo, la crítica implícita del FMI sugiere que hay pocas esperanzas de que estas reformas se aborden de manera efectiva en el corto plazo, planteando un panorama sombrío para el crecimiento económico y la estabilidad fiscal del país.