Los discursos turismofóbicos de ‘Menys Turisme, Més Vida’, que primero no querían a los turistas por el centro de Palma, luego no los querían en las playas y ahora no los quieren en los mercados tradicionales de Mallorca, han tenido la primera respuesta de un sector claramente afectado: los agricultores y productores de ASAJA.
En ASAJA saben perfectamente que los mercados suponen una de las salidas de los artículos que producen y que hacerlo entre residentes y turistas es, además, una forma de mostrar lo que se hace. Apuesta, eso sí, por la convivencia sin saturación.
En declaraciones a Canal4Diario, Joan Company, presidente de ASAJA-BALEARS, considera» positiva y necesaria la comercialización del producto local en los mercados artesanales de los diferentes municipios de Baleares pues es una fórmula de dar salida y mostrar lo que se produce en esta tierra». También ve positivo que ello llegue al visitante, pues, de alguna manera, es una forma de que el sector primario esté presente en estos espacios.
Pero, por otra parte, señala que «el principal destinatario de estos productos es el consumidor local, que es quien tiene la costumbre de adquirir productos de primera necesidad en los mercados y quien hace el gasto. No interesa que este consumidor deje de ir a los mercados si considera que están saturados, pues sería contraproducente. Por tanto, desde ASAJA-BALEARS se apoya este tipo de comercialización y que, dentro de un equilibrio, pueda llegar a todo el mundo».
Respecto al estreno de los tres mercados de Calviá, ve «buena la diversidad de mercados en un mismo municipio porque acerca el producto fresco y agrícola a los diferentes núcleos de población, sin necesidad de tener que desplazarse y fomentando la compra de proximidad».