Sobre las 08:10 horas del pasado 22 de agosto, la Base del 092 comisionó a una dotación de la Unidad de Seguridad Integral (USEI) a que se dirigieran a la calle del Cardenal Rossell ya que se estaba produciendo una pelea entre dos varones en la vía pública.
Una vez en el lugar, los agentes vieron a dos parejas de jóvenes discutiendo y los separaron para poder aclarar los hechos. Al parecer habían estado de copas y acordaron acabar la noche en la playa. Una de las parejas acusaba a la otra de aprovechar momentos de descuido para sustraerles un bolso de mujer que contenía un móvil, dinero y documentación y abandonar la playa con él.
Al serle recriminada tal acción, y mientras los hombres discutían, la fémina sospechosa del hurto se marchó de allí volviendo a los pocos minutos manifestando que había encontrado parte de lo sustraído. Esto no hizo más que alimentar las sospechas de las víctimas, por lo que decidieron solicitar la presencia policial. Los requirentes quisieron añadir que se habían desplazado en el coche de los sospechosos y en su interior habían dejado un patinete eléctrico.
La otra pareja negó las acusaciones argumentando que ellos también había sido objeto de la sustracción de una riñonera con dinero y las llaves del turismo y, por tanto, no podían devolverles el patinete ya que no era posible acceder a su interior. El varón se comprometió a devolverlo en cuanto pudieran abrir el vehículo y los agentes les informaron de la conveniencia de denunciar los hechos, dando por finalizada la actuación.
Los policías, no obstante, no quedaron convencidos de las declaraciones de la pareja que en principio había sido señalada como la responsable del hurto y decidieron quedarse en la zona y, cuando se dirigieron al lugar donde el vehículo estaba estacionado, resultó que ya no se encontraba en el lugar, y lo localizaron circulando relativamente cerca hasta que, frente a un semáforo en fase roja, no detuvo su marcha. Entonces, la dotación policial, haciendo uso de las señales luminosas lo interceptó.
En aquel momento el conductor les reconoció haber encontrado la llave, el bolso de su pareja y el de la otra mujer en un contenedor de basura. En el maletero del coche localizaron el patinete eléctrico pero no pudieron hallar el teléfono móvil.
Por todo ello, los agentes detuvieron a la pareja, ambos de nacionalidad española y 21 y 29 años por un presunto delito de hurto y fueron conducidos a las dependencias de la Policía Local.
Que antes de trasladarlos al el edificio policial, los agentes contactaron con la otra pareja, también españoles de 22 y 33 años, para que reconocieran la propiedad de los objetos encontrados, lo cual hicieron sin ninguna duda.
Una vez en Sant Ferran, la División de Policía Judicial dio comienzo a las diligencias que, cuando finalizaron, fueron trasladadas, juntamente con los detenidos, a la Policía Nacional.
Cabe destacar que, ante la infracción de tráfico cometida, el conductor fue sometido a las pruebas de detección alcohólica y estupefacientes, dando positivo en esta última, por lo que fue denunciado administrativamente, al igual que por no haber pasado la ITV en el plazo correspondiente.