Gabriel Le Senne ha defendido su actuación el 18 de junio cuando tuvo lugar el hecho que este martes ha llevado a la votación sobre la remoción que pretendía derribarlo de su cargo.
Ha tenido en el Pleno un turno de 20 minutos para participar. En ese tiempo, ha dicho con contundencia, y mirando a la bancada de la izquierda: «No soy un fascista» y «Yo no odio a nadie». Afirmaciones en el marco de su reproche a estas formaciones por alentar movilizaciones contra su persona. Manifestaciones como la del 20 de marzo en la que se escucharon gritos de «Le Senne, puto nazi».
Ha acusado al PSIB: «Ustedes son expertos en cortinas de humo», y ha señalado en su versión de los hechos del 18 de junio que recibió una constante provocación y que fueron los diputados socialistas los que «se saltaron varias veces el Reglamento del Parlament».