Sobre las 03:15 horas del pasado martes, la Base del 092 comisionó de urgencia una patrulla de la Unidad Nocturna (UNOC) a un bar de la calle Aragó donde se estaba produciendo un caso de Violencia de Género.
Una empleada del establecimiento informó a los agentes que había sido testigo de una discusión entre una pareja. Según su manifestación, el hombre había agredido a la mujer con varios puñetazos en la zona lumbar. Ante esta situación, la empleada intervino y solicitó al agresor que abandonara el local, quedando al cuidado de la víctima hasta la llegada de la policía.
La víctima negó los hechos ocurridos dentro del bar, aunque poco después reconoció haber sido agredida por su pareja, sufriendo tirones de pelo debido a una discusión ocurrida antes de acceder al establecimiento.
A lo largo de su declaración la víctima intentó minimizar las acciones del agresor. Según su testimonio, el hombre, posesivo y celoso, reaccionaba de manera violenta ante situaciones que él percibía como provocaciones por parte de ella.
Tras recabar la declaración de la testigo y obtener una descripción detallada de los hechos, los agentes procedieron a la detención del presunto agresor, un ciudadano español de 27 años, como presunto autor de un delito de lesiones de menor gravedad en el ámbito familiar.
Una vez concluidas las diligencias policiales, fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad con cargos.
Aunque la víctima no interpuso denuncia, la valoración del riesgo realizada por la Unidad de Protección Familiar (UPFA) dio un resultado MEDIO, por tanto, se adoptaron las medidas oportunas para su protección establecida en el protocolo VIOGEN.