El transporte público en Palma da un paso adelante hacia la sostenibilidad con la presentación del ambicioso proyecto del nuevo centro de operaciones de la EMT en Son Rossinyol. Con una inversión de 13,4 millones de euros, el Ayuntamiento liderado por el alcalde Jaime Martínez, del Partido Popular, busca modernizar las instalaciones y adaptarlas a la creciente flota de autobuses eléctricos.
Este innovador centro, que ocupará una extensión de 30.000 metros cuadrados en un solar municipal junto al Hipódromo, promete ser un punto neurálgico para la movilidad sostenible en la ciudad. Entre sus características destacadas se encuentran las 108 plazas de recarga para autobuses eléctricos, que funcionarán a través de pantógrafos invertidos, agilizando así el proceso de carga sin requerir la intervención de operarios ni tiempos de espera para los conductores.
Además de las instalaciones de recarga, el centro contará con un área de servicio y mantenimiento de sistemas de energía, así como con placas solares en la planta superior y cubierta, marcando un claro compromiso con la energía renovable.
Este proyecto responde a la necesidad de modernización de la flota de la EMT, cuyas cocheras actuales en la carretera de Llucmajor no están adaptadas para atender la totalidad de motorizaciones, especialmente los autobuses eléctricos, que actualmente no pueden ser reparados en sus talleres.
La inversión prevista no solo contempla la construcción del centro de operaciones, sino también la creación de un edificio anexo con cerca de 800 plazas de aparcamiento, así como la tramitación de una modificación urbanística para incorporar los usos necesarios en la parcela.
El alcalde Martínez ha destacado que esta iniciativa forma parte de un plan estratégico 2024-2027 que apuesta por un transporte público sostenible en Palma. Se espera que las obras inicien en el primer trimestre de 2025, con una duración estimada de 18 meses, lo que permitiría su finalización entre finales de 2026 y principios de 2027.
Además, como parte del plan, se prevé la renovación de la flota de autobuses, con el objetivo de que para el año 2027 el 50% de los autobuses sean eléctricos y para el 2030 se alcance el 100% de electrificación.
Este proyecto representa un importante avance hacia un sistema de transporte público más eficiente y respetuoso con el medio ambiente en Palma, reflejando el compromiso del Ayuntamiento con una movilidad urbana sostenible y de calidad para sus ciudadanos.