En una noticia que ha sacudido el panorama político de Formentera, la coalición Sa Unió ha anunciado oficialmente la expulsión de su presidente, Llorenç Córdoba. Sin embargo, Córdoba continuará ejerciendo como presidente del Consell de Formentera y como diputado por Formentera en el Parlamento de las Islas Baleares, pero ahora como representante no adscrito a ninguna formación política.
La decisión de expulsión se basa en una pérdida de confianza que se remonta al 27 de noviembre, cuando Córdoba, en su papel de diputado por Formentera, expresó su seria consideración de «dejar de apoyar incondicionalmente al Gobierno Balear del Partido Popular». Estas declaraciones desencadenaron una crisis en el seno del equipo de Gobierno del Consell de Formentera, con acusaciones de solicitudes de sobresueldos por parte de Córdoba y demandas de dimisiones cruzadas.
Con esta expulsión, el escenario político en el Consell de Formentera experimenta un cambio significativo, ya que Sa Unió compartirá igualdad de ocho consejeros con los partidos de la oposición, Gent per Formentera y PSOE. El voto de Llorenç Córdoba se vuelve crucial para determinar las políticas de la institución insular durante lo que resta de legislatura, aunque no se descartan posibles escenarios de entendimiento entre las distintas formaciones políticas que conforman el pleno del Consell de Formentera.
Esta situación política inusual plantea interrogantes sobre el futuro de la isla y su gobierno, y será objeto de atención y seguimiento en los próximos meses.