En unas declaraciones que han sacudido el panorama político, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, lanzó una advertencia sobre las consecuencias de conceder el control de inmigración a grupos xenófobos, en el contexto del acuerdo entre Carles Puigdemont y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sus palabras, ampliamente difundidas en las redes sociales, han desatado un intenso debate sobre la gestión de la política de inmigración en España.
«España es un país que vive extorsionado, que se gestiona desde Ginebra, cuyo gobierno no gestiona políticas sino extorsión», afirmó Ayuso delante de medios de comunicación y difundió en su cuentade la red social X. Estas declaraciones ponen de manifiesto una profunda preocupación sobre la influencia de agentes externos en la política interna del país.
Además, Ayuso expresó: «Esto es lo más preocupante, ir fabricando una nación con el dinero de todos los españoles, y estar hablando sobre quimeras, ¿cómo va a permitir la Unión Europea que realmente de facto se fabrique una nación, que va a hacer controlar extranjería y fronteras?». Con estas palabras, la presidenta madrileña cuestiona la viabilidad y las consecuencias de las políticas migratorias que se están considerando a nivel gubernamental.
La presidenta también criticó la dinámica de negociación dentro del gobierno, sugiriendo que se da prioridad a los intereses de ciertos grupos políticos sobre el bienestar general de España: «Esto es lo de siempre, es tomarnos el pelo para que en la siguiente negociación sea Esquerra la que extorsiona al gobierno. ¿Qué puede salir mal si les das las políticas de inmigración a unos xenofobos? ¿Qué puede salir mal si les das eso a esta gente?».