Tras el desastroso desempeño electoral en Galicia, Yolanda Díaz y su partido Sumar enfrentan una dura realidad política. La cita electoral, marcada por la separación de Podemos y la adherencia total a la agenda del PSOE, ha dejado a la formación en una posición precaria. Con apenas un 2% de los votos y menos de 30.000 sufragios, el partido se ve sumido en una profunda reflexión sobre su papel en el Gobierno de Pedro Sánchez.
La candidatura encabezada por Marta Lois, ex portavoz del partido en el Congreso, no logró alcanzar las expectativas, dejando a Sumar por debajo incluso de Vox en términos de apoyo popular. A pesar de los esfuerzos por movilizar el voto de los gallegos en el extranjero, aprovechando la audiencia de Yolanda Díaz con el Papa Francisco, los resultados no fueron favorables.
Sumar, que aspiraba a obtener entre uno o dos diputados, se enfrenta ahora a una situación de debilidad política. Aunque la cúpula provisional confiaba en una remontada en las últimas semanas, la realidad ha sido implacable.
Con la asamblea fundacional prevista para finales de marzo, la formación se enfrenta a un escenario incierto de cara a las próximas elecciones vascas y europeas que se celebrarán antes de agosto. Estos comicios se presentan como una nueva encrucijada para Yolanda Díaz, quien deberá replantear su estrategia política ante el desafío de recuperar el apoyo perdido en Galicia.